Hoy en día se habla en casi todas partes del mundo sobre innovación: innovación en tecnología, innovación empresarial, innovación en marketing, innovación en educación, etc. Sin embargo, no muchas personas conocen el verdadero significado de esta palabra, por lo cual no eligen el momento adecuado para innovar en las diferentes actividades que realizan. Conozcamos un poco más de la innovación en el siguiente artículo.
No existe una cultura para aprender constantemente acerca de innovación, por lo tanto, el tema aún es desconocido para muchas personas. Innovación no es creatividad, no es descubrimiento, no es invención... ¡Innovar es cambiar! Y la innovación es colaborativa, nace en un ambiente en donde todos tengan el deseo de crear algo que signifique un cambio positivo en la vida de los demás. Esto se logra, en su mayoría, con la decisión personal de querer hacerlo. Lamentablemente, la burocracia del estado y el modelo político de nuestro país poco o nada hacen para crear este ambiente que supone, además, un emprendimiento.
Nikola Tesla innovó al proponer la corriente alterna en reemplazo de la corriente continua para transmitir energía eléctrica sin cables (en beneficio del mundo), la cual sería mucho más económica; lamentablemente su genialidad no tuvo eco ni apoyo. Jobs innovó al brindarnos aparatos electrónicos de calidad como el iMac, el iPod, el iPhone y el iPad (cuyo uso fue y es toda una experiencia de consumo). Zuckerberg innova al ofrecernos una forma de comunicación como la red social Facebook, que está conectando a todo el mundo, sabiendo que el estar comunicados nos une más. Innova Google cuya misión es "organizar la información mundial para que sea universalmente accesible y útil", ayudando de esta forma a la educación de las personas en diversos países. Todos estos ejemplos tienen algo en común: fueron concebidos para beneficiar a los demás.
Por lo antes mencionado, es necesario que tomemos la decisión de educarnos en innovar, pero, ¿cómo lo logramos? La innovación se da en todas las disciplinas. Empecemos por crear ambientes en donde se admire el aprendizaje de las matemáticas, la tecnología, el marketing, la lectura y otras disciplinas importantes para nuestra formación. Los números no son un suplicio, pero lo serán si le hacemos creer a los niños que sí lo son. Incentivemos el gusto por la lectura y la investigación para que los niños se vuelvan autodidactas. La Generación Z tiene todas las herramientas para desarrollar el potencial de su mente. Propiciemos juegos que enseñen a procesar información para que los niños se vuelvan creativos y lleguen a ser grandes innovadores.
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