La competitividad depende cada vez más del desarrollo de una cultura empresarial que incentive la creatividad y la innovación. A propósito del concurso Creatividad Empresarial 2011, cuyo lanzamiento será el miércoles próximo, Gonzalo Galdos, rector de la UPC, dice que en esta edición se busca dar un mayor énfasis a la innovación, al impacto de la propuesta y se espera una mayor participación de las pymes.
¿Qué diferencia hay entre una idea creativa y una innovadora?
Muchas ideas creativas se quedan solamente en la idea, en cambio la innovación es un proceso en el que participan varias mentes y que tiene como objetivo generar un impacto, es decir, generar valor.
También se puede generar valor copiando…
Nosotros subestimamos el impacto de copiar. No existe un proceso de innovación que no haya pasado previamente por un buen ejercicio de réplica. Primero copiamos mal, después copiamos mejor y luego adaptamos y mejoramos. En ese momento es cuando generamos valor. Además, no ha habido sociedad tecnológica avanzada –como Japón o Corea– que no haya pasado primero por el proceso de copia. Pero una vez que copiaron fueron capaces de mejorar y luego fueron capaces de crear.
El problema es que muchos se quedan en la mera copia.
El peruano es bueno, muy rápido e ingenioso copiando, sin embargo, el gran reto social es que pasemos de copiar a mejorar lo que copiamos. Lo que tenemos que pasar es del concepto malo, perverso y pernicioso de plagiar al proceso de investigar.
¿Dónde debe comenzar el proceso de innovación, desde una idea que hay que aterrizar o a partir de una necesidad?
Ambos procesos son paralelos y se retroalimentan. Mientras hay creaciones que no tienen una aplicación práctica en este momento, el proceso de innovación sí parte de una necesidad presente o latente.
¿Cómo se estimula a la gente a innovar?
En el caso de los peruanos, lo que nos falta es un poco más de confianza. La tasa de mortalidad de las ideas es muy alta y para que haya calidad de ideas, tiene que haber cantidad y esto solo puede ocurrir cuando le damos confianza a las personas para que pongan sus ideas sobre la mesa sin temor de que sean rechazadas o ridiculizadas. El peruano tiene la tendencia a descalificar prematuramente las ideas. Una cultura de confianza es la única que genera un ambiente de innovación. Necesitamos generar una cultura de confianza en el país. Si un jefe no genera confianza, no va a recibir las ideas de sus subordinados.
Pero el miedo al error es algo que se inculca desde el colegio. ¿Cómo cambiar eso en la empresa?
La generación de una cultura de confianza es responsabilidad de los líderes empresariales y la mejor forma es empezando a delegar. La delegación es un proceso de investir con confianza a un subordinado y darle facultad de equivocarse. Sin embargo, hay muchos líderes que tienden a penalizar el error y esto solo genera que la gente oculte los errores. Y si hay algo peor que un error es un error oculto. Un innovador es exitoso cuando se atreve a equivocarse.
¿Cómo hacer para que la creatividad del peruano no solo aparezca en momentos de crisis?
El peruano no es creativo, para ser creativo hay que investigar y el peruano no tiene mucha afición a la investigación. Somos muy buenos imitando, copiando y somos extraordinariamente buenos adaptando. Somos ingeniosos para usar con muy pocos recursos lo mismo que se hace con muchos recursos. Pero creo que es un mito que el peruano sea creativo.
Entonces los ganadores de Creatividad Empresarial de años anteriores han sido la excepción a la regla…
Estamos en la etapa en la que somos muy buenos asimilando tecnología, pero ya estamos empezando a proponer mejoras. Creo que Creatividad se está convirtiendo en una cada vez mejor expresión de los avances que estamos teniendo en todos los campos y es una muestra más representativa, en términos de intensidad y de calidad de cambio, porque ya estamos lindando con el proceso creativo.
¿Las empresas que crean productos todo el tiempo son innovadoras?
Una cosa es hacer nuevos productos y otra cosa es decir que el 30% de la facturación proviene de dichos productos. Muéstrame el valor de tus innovaciones: ¿cuál es el ciclo del desarrollo de un nuevo producto?, ¿cuáles son los nuevos mercados?, ¿qué nuevos procesos has incorporado para reducir los costos? Hay formas más tangibles de medir la innovación que quedarse en la declaración romántica “soy innovador”
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